«La tercera invasión mundial del islam» Bernard Lewis

«La tercera invasión mundial del islam» mezcla «emigración y demografía» con «el automenosprecio, las autohumillaciones y las disculpas» de Occidente.

Lewis no sólo constata una nueva invasión islámica de Europa sino graves enfrentamientos entre sectas musulmanas por determinar quién lidera el proceso.


«Tercera oleada musulmana» sobre Europa

Bernard Lewis constata sin rodeos que, tras la primera invasión musulmana que llevó el islam a España y la segunda, otomana, que lo intentó siglos después por el lado opuesto de Europa, el islam considera que ha llegado la hora de la «lucha final» entre las fuerzas del bien y del mal para que “la verdadera fe” domine el mundo.
En este sentido, la yihad está desencadenada por los “afortunados receptores del mensaje final de Dios a la humanidad”, receptores que “tienen el deber de no mantenerlo egoístamente para ellos mismos sino llevarlo» al resto de los hombres.

Según el profesor de Columbia, esta nueva “tercera oleada” musulmana se está produciendo en medio de un doble proceso: la “nefasta” indiferencia occidental y la lucha entre los propios musulmanes por ver quién lidera el proyecto.

En este último caso, la carrera se ha desatado entre organizaciones terroristas como Al Qaeda y sus grupos satélite explícitos o implícitos, que importan a Occidente el salvajismo cotidiano del Medio Oriente pero también entre países que, como Arabia Saudí e Irán, comparten religión y mensaje divino a la vez que una descarnada rivalidad sectaria que hace predecir un enfrentamiento interno entre chiítas y sunitas por determinar quién controlará el proceso de dominio del territorio infiel.

A Bernard Lewis, considerado a sus noventa y un años como uno de los mayores expertos mundiales en las relaciones del islam con Occidente y acuñador de la expresión “Choque de Civilizaciones” tres años antes que Samuel Huntington la popularizara en su famoso artículo de la revista Foreign Affairs, los roces tectónicos entre el islam y Occidente no le sorprenden. Es más: ve muy posible una “larga y sombría guerra de razas entre las diferentes comunidades en Europa”.

Castigo contra España

Las agencias internacionales transmiten al mundo los partes de una guerra que, en España, tiene dimensiones físicas, geográficas. A menos de una semana del inicio del juicio por los atentados de 2004, en el que se rememorará cómo en el interior de las mezquitas fue desarrollándose el grupo islámico de castigo contra España, la prensa de todo el mundo reproduce el temor en el ejército español a las “dobles lealtades” de los soldados de origen marroquí encuadrados en sus filas.

“Oficialmente, Ceuta y Melilla son presentadas como modelos de una armoniosa coexistencia entre católicos, musulmanes, y las más pequeñas comunidades judía e hindú, pero la realidad es menos rosa”, afirma un largo reportaje de la agencia alemana DPA. “Si surge un conflicto con Marruecos sobre soberanía o sobre otro tema, no estoy seguro de que los soldados musulmanes me obedezcan”, confiesa un mando no identificado a la enviada especial. “Debido a su más alta tasa de nacimientos, se espera que los musulmanes se conviertan en mayoría en Ceuta y Melilla tan sólo dentro de una década”, se apunta en una información plagada de los inquietantes datos sobre muy dudosas lealtades que los sectores ‘progresistas’ españoles no han dudado en relacionar con el “RACISMO”.

También la palabra “intolerancia” aplicada a la Iglesia Católica surge de forma casi inmediata en esos mismos sectores cuando los medios internacionales dan cuenta de la alarma en las autoridades eclesiásticas españolas sobre la exigencia de culto compartido en la Catedral de Córdoba o ante los grandes proyectos de mezquitas con masivos edificios que dominan el paisaje y minaretes que sobrepasan en altura las más altas torres de las iglesias.

Reus: El reclutador de suicidas-homicidas

Mientras la Fiscalía española archiva una amplia investigación sobre el destino real de los fondos saudíes gestionados por la enorme mezquita madrileña de la M-30 amparándose en que no hay acusaciones concretas y “no se puede ir contra las mezquitas de una forma genérica y global”, en la localidad catalana de Reus se detenía a quien es ya considerado como el principal reclutador en España de terroristas islámicos.

Bajo la apariencia de un aficionado al deporte en los ratos libres que le dejaba su humilde trabajo de albañil, el supuesto emigrante pakistaní, Mbark el-Jaafari, recaudaba jóvenes y dinero en las mezquitas para convertir a ambos en armas de la yihad en Irak, Marruecos y Argelia tras el oportuno paso por los campos salafistas de entrenamiento en el norte de África. Vestido a la manera occidental para no levantar sospechas, el-Jaafari habría enviado no menos de 32 suicidas a matar muriendo, y lo hizo antes y después de que las autoridades españolas le concedieran, generosamente, los permisos de residencia y de trabajo.

«Automenosprecio, autohumillaciones» de Europa

Esta “competencia” entre musulmanes se lleva desde el terreno de la influencia representada por la sunita Arabia Saudí y sus inyecciones de fondos para la creación de mezquitas y “centros culturales” en Occidente pero también desde un Irán que, si no realiza el proselitismo y una labor de penetración lenta y subterránea en terreno infiel clásica de los saudíes, “pronto podría obtener armas de destrucción masiva más allá de los más enloquecidos sueños de Hitler”.

En todo caso, la actual “tercera invasión” musulmana tras la que llegó a España y la que alcanzó las puertas de Viena, ambas fracasadas, se está produciendo mediante una mezcla de emigración y demografía que está poblando de musulmanes la Europa Occidental, en un avance que se mide ya por años, junto con “el automenosprecio, las autohumillaciones y las disculpas” de los europeos como toda contestación al proceso.

«Tolerancia a la intolerancia»

Lewis predice tiempos de luchas entre comunidades en Europa en un tensión que ya se manifiesta en el surgimiento de movimientos neofascistas y racistas en el continente. “Si esta va a ser la única respuesta de Europa, además de la autohumillación, el panorama es bastante deprimente”, concluye Lewis. Sin embargo, no parece que la opinión europea vaya por el camino de enfrentarse al radicalismo de la penetración musulmana, como muy bien se encargan de denunciar los contados columnistas periodísticos que desafían los sambenitos de “racistas” e “intolerantes” que caen a quienes alertan sobre los riesgos de la permisividad de las manifestaciones más intolerantes del islam con los valores occidentales.

“La tolerancia a la intolerancia es aún el más acuciante pecado de este país”, afirmaba el columnista Henry Porter en un artículo en el laborista Observer, la edición dominical del Guardian, en el que se admiraba de la indiferencia británica ante el demoledor reportaje de Channel 4 en el que se mostraban a imanes educados y financiados por Arabia Saudí emitir los más tremendos mensajes de odio contra Occidente. “Si la mayoría de los musulmanes quieren realmente integrarse, deberían empezar por echar a patadas de las mezquitas a los predicadores del odio”. “El islam tiene mucho de lo que alardear pero sugiero que los misioneros saudíes no tienen nada que ofrecer más allá de problemas”, concluye Porter.

Bernard Lewis.
Universidad de Columbia.

Origen: Islamización de Europa «EURABIA»: «La tercera invasión mundial del islam»

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