Desmontando a Jordi Évole, falsedades sobre los esclavos del franquismo – Juan E. Pflüger

LOS TRABAJADORES DESMIENTEN EL REPORTAJE

Hace dos semanas el presentador de La Sexta afirmaba que la redención del trabajo era, en realidad, trabajo esclavo del que se beneficiaba el régimen. Los testigos contradicen esa versión manipulada.

Juan E. Pflüger

Lunes, 14. Marzo 2016 – 19:16

Dos eran las obras que en las que Jordi Évole se centró, en el programa Salvados del pasado 6 de marzo, para intentar afianzar un tópico que a día de hoy no se ha podido demostrar. Usa sendas entrevistas a dos presos que redimieron pena en la construcción del Pantano del Cenajo (Murcia) y el Valle de los Caídos que, curiosamente, prestaron sus servicios en oficinas de las obras y no en la construcción de las mismas. En ambos casos hablan, no por sus vivencias, sino por lo que aseguran que fueron las vivencias de los demás.

De la construcción del Valle de los Caídos ya se ha publicado suficiente, se ha aportado la documentación, que no ha sido rebatida, en la que se contienen los listados de trabajadores asalariados de empresas constructoras y las de aquellos que desde las cárceles optaban por la redención de pena porque sabían que un año de trabajos forzados les ahorraba hasta tres años de condena. Una circunstancia sumada a que la mayoría de las penas fueron conmutadas por otras menores, inhabilita a los historiadores que siguen defendiendo otro de los fraudes de la Memoria Histórica: el de que el desarrollo de infraestructuras durante el franquismo se realizó sobre la explotación de los presos políticos.

Pero en el programa de Évole se centra en la construcción delpantano murciano del Cenajo, al que afirma que se le denominaba como “la tumba”, por la cantidad de fallecimientos durante la construcción. Unas víctimas que según el presentador, eran enterradas bajo el hormigón empleado para la construcción de una infraestructura que se demostró fundamental para llenar de regadíos la huerta de la vega del río Segura.

Tras la emisión del programa son muchos los testigos de aquella construcción que se han apresurado a negar todo cuanto allí se afirma. El testimonio ofrecido por Évole es el de un preso que realizó su redención de trabajo en las oficinas y que en su entrevista repite en varias ocasiones “supongo”, “me imagino”, “debió ser”, pero que no ha podido concretar ninguno de los extremos que la propaganda de la izquierda viene repitiendo en los últimos años.

Frente a las afirmaciones vertidas en el programa han reaccionado varios testigos de la construcción del pantano, que fue proyectado en 1928, pero cuya construcción se abandonó hasta que en 1944 fue licitada la obra. Uno de los trabajadores ha asegurado al diario La Verdad que él trabajó de carpintero durante años en la construcción de la presa y que “yo mismo hacía las cajas de pino para enterrar” a las víctimas que morían en los accidentes de la obra. Del mismo modo, los testigos han asegurado que no hay restos de víctimas sepultadas por el hormigón y que ellos “jamás habrían abandonado a un compañero”.

Los propios trabajadores se sorprende de que se haya dado por buena la versión de las muertes y el abandono de los cuerpos que solamente está recogida en un libro: “Raíces amargas” que fue escrito por el preso José Vicente Ortuño, condenado por intento de homicidio. Otro dato que desmiente una de las acusaciones sobre trabajo esclavo, que según los defensores de la mal llamada Memoría Histórica, estaba reservado a los presos políticos.

En defensa del buen trato de los trabajadores ha salido también Manuel Nicolás que a sus 84 años recuerda como, siendo niño, se trasladó junto a su padre, uno de los directores de la obra, a vivir en la colonia construida para los empleados, en la que también vivían los presos que reducían así sus penas. En total fueron más de 7.700 las personas que se emplearon en la construcción del Cenajo, de ellos solamente 123 fueron presos. Todos ellos vivían en las casas construidas para albergar a las familias. En esa colonia, además de las residencias y los barracones, había escuela, cine, estanco, comercios, hospital, cuartel de la Guardia Civil y capilla.

Para entender cómo se realizaban estas obras hay que estudiar la documentación que posee la Cuenca del Segura, contiene los contratos que se realizaron a 47 de los 123 presos que decidieron, una vez extinguida su condena, solicitar trabajo remunerado a las empresas constructoras. Unas solicitudes que fueron aceptadas por la experiencia de los solicitantes y de los que Évole y sus testigos no cuentan nada.

Entre la misma documentación se encuentran las tablas salariales que recogen que no existió trabajo esclavo ya que los trabajadores no cualificados contratados por las empresas adjudicatarias recibían un jornal que como mínimo era de 17 pesetas, y debían pagar su manutención en la colonia de la obra. Los presos eran mantenidos: comían y dormían en los barracones y no debían pagar nada. Además, a cambio de su trabajo recibían un jornal de 7 pesetas.

Origen: Desmontando a Jordi Évole, falsedades sobre los esclavos del franquismo | La Gaceta

Un comentario en “Desmontando a Jordi Évole, falsedades sobre los esclavos del franquismo – Juan E. Pflüger

  1. Ya estamos hartos de las mentiras de la izquierda, ese Évole si es periodista debería estar inhabilitado del periodismo de por vida, el periodista debe decir la verdad muy escrupulosamente, no mentiras a sabiendas, porque sabe que miente, para beneficiar a su partido, con eso lo único que hace es dañar a la izquierda, por falsedades consentidas, si hay gente que todavía vive y ha estado allí, a quien creemos al que ha sufrido la pena o al chupatintas estomago agradecido, que falsea toda información al respecto, ÉVOLE DIMITE DE PERIODISTA, ERES U B FIASCO Y UN MENTIRTOSO.
    A los políticos les van a quitar la inmunidad, para que sean como un ciudadano normal y corriente, pues a los periodistas también les deberían quitar la inmunidad de no decir la fuente de sus comentarios, ya que así quedan impunes el periodista y el que le ha dado la información, para que insultado pudiera defenderse ante la ley y condenaran el mentiroso y sufriera la pena judicial que le correspondiera, pero como el que delata falsamente no le ponen ninguna pena, pues eso hacen, MIENTE QUE ALGO QUEDA, así deberían hacerlo para que nadie volviera a calumniar injustamente a nadie, porque sabría que iría a la cárcel, pero los periodistas alegan que es secreto de confidente, pues no quieren las cosas claras, las tendríamos todos más claras si se actuará de esta forma, PERO ESTO PARA TODOS LOS PARTIDOS Y PERIODISTAS todo el mundo dice que los jueces tienen la culpa, pues no señores, no la tienen los jueces, si cuando ocurre un caso así cerrarán inmediatamente ese rotativo o periódico, los demás aprenderían que los periodistas hagan su trabajo de periodista no de político, si quieren ser políticos que se dedique a la política, ya que hay muchos casos que se juzgan en la calle por la mediación de según qué periódico apoyan a uno o entierran a otro, Estamos en una democracia y cada uno puede opinar como mejor le parezca sin molestar ni insultar a nadie, y los políticos que sean groseros, maleducados, malhablados, que los pongan en la calle inmediatamente y que aprenda para el próximo pleno o debate, tenemos in Idioma el nuestro el de todos los Españoles, aunque les pese a unos pocos Españoles, que junto al Alemán son los Idiomas gramaticalmente más ricos del todo el mundo, y pueden decir lo que quieran sin tener que recurrir a soeces o malas palabras y si o las conoce no es digno de estar sentado en los sillones de la misma, primero que aprendan y cuando sepan entonces que hagan sus comentarios.

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