No cabe la menor duda de que antes de votar el próximo 25 de noviembre es necesario tener claro si la noticia publicada por «El Mundo» es un «montaje» o si responde a una bochornosa realidad. Y la mayoría de los diarios, la verdad, no nos ayudan, aunque el comportamiento de dichos medios, y en especial los subvencionados por la Generalitat, debería estudiarse en capítulo aparte.
En tercer lugar, tenemos un hecho probado y fuera de toda duda, a saber, que el padre de Artur Mas era titular de una cuenta en Suiza que ocultó a Hacienda, cometiendo con ello un delito fiscal por el que, ciertamente, no fue penado, pero sólo por prescripción, lo que quiere decir que la justicia llegó tarde, además de que, en el último momento, y forzado por las circunstancias, Mas Barnet regularizó su deuda. Estamos hablando de 1.722.936,87 euros. Estas evidencias se hicieron públicas el 24 de septiembre de 2010, es decir, un año después de la confesión de Pujol, y se trata de hechos probados que nadie discute, aunque algunos diarios subvencionados por Mas intenten confundir al electorado:
http://www.vozbcn.com/2010/11/24/43358/mas-beneficiario-fondos-evadidos/
En cuarto lugar, otro hecho probado es que Artur Mas figuraba como beneficiario de esa cuenta y nunca fue capaz de explicar cómo había llegado a Suiza la copia de su carnet de identidad. Si hemos de creer al «muy honorable», resulta que alguien llevó allí documentos personales actuando a sus espaldas, y así resulta que Mas disponía de casi trescientos millones de las antiguas pesetas sin ni siquiera saber que existían. Cualquier persona decente hubiera dimitido de todo cargo político público después de semejante escándalo y sombra de duda, pero Mas, alias el mesías, se aprestó a convertirse en presidente de la comunidad autónoma evacuando una podrida mentirijilla infantil que pone en ridículo a todo el pueblo de Cataluña; o que, al menos, pone en ridículo a aquellos que le votaron y le eligieron para un cargo que debería comportar como requisito una imagen de absoluta limpieza.Pero, claro, Pujol ya nos había acostumbrado al hedor y el caso «Papá» parecía muy poco comparado con las inmensas montañas de inmundicia sobre las que acomodara su trasero el diminuto padre de la patria.
Un político corrupto mintiendo a sus conciudadanos.
Insitamos en que el affaire «Papá Mas» (2010) estalla después de que el propio Pujol confesara su corrupción (2009) y con unos antecedentes de pestilencia convergente que sólo un necio podría ignorar, o sea, que se daban condiciones más que justificadas para que un policía se hiciera la siguiente pregunta: ¿de dónde procede el dinero de la cuenta del padre de Artur Mas con el propio Mas como beneficiario? ¿Podría proceder de CDC, del mismísimo Pujol o de su entorno familiar? No se trata de ningún «montaje», sino de un planteamiento de sentido común, obligado casi para un investigador honesto.
Tenemos, en quinto lugar, como hecho también probado, la implicación del partido de Artur Mas y Jordi Pujol en el caso Palau de la Música, así como la vinculación del hijo de Pujol, Oriol Pujol, en el caso ITV. De resultas del primer escándalo, el local de CDC fue embargado por el juez:
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/07/18/barcelona/1342624665.html
http://www.abc.es/20120718/local-cataluna/abci-juez-declara-responsable-civil-201207181727.html
Es en este hediondo contexto que aparece el famoso borrador policial. Las personas que honrada y objetivamente se pregunten por el motivo de que un diario tenga que publicar un borrador y no un infome policial ya pasado por el registro han de ponderar que el pujolismo es una mafia capaz de controlar las instituciones catalanas y que a tal efecto ha comprado periódicos, jueces, fiscales, policías, sindicalistas, profesores y toda clase de cargos o profesionales para conseguir aquello que más anhela, a saber, la impunidad total en el saqueo constante de los recursos económicos de Cataluña. Esta impunidad es el «ideal» al que los canallas nacionalistas denominan «independencia»; la evidencia de los 25 años de corrupción precedentes no convierte precisamente en una ficción el hecho de que, habiéndose cerrado el cerco sobre ciertos peces gordos salpicados por el caso Palau, éstos utilizaran todos los medios a su alcance para frenar e inocuizar la investigación judicial. Semejante escenario, repito, no debería sorprender a quien conozca los antecedentes y la documentación ya histórica sobre aquello que CiU ha representado realmente para Cataluña. Véase, por ejemplo, quién es casualmente el juez que instruye el caso Palau después de que Juli Solaz fuera (también casualmente) quitado de en medio:
http://www.intra-e.com/noticias/noticies2/JUEZ%20SUBVENCIONADO.pdf
Ténganse, por ejemplo, en cuenta, los antecedentes del caso Casinos:
http://elpais.com/diario/2000/09/20/espana/969400825_850215.html
Pues bien, según sabemos por los medios periodísticos madrileños que han ventilado el escándalo, el 29 de octubre pasado celebrose una reunión en la fiscalía de Barcelona entre el fiscal Emilio Sánchez Ullet y el fiscal Fernando Bermejo, por parte del ministerio público, y el comisario jefe de la Unidad de Asuntos Internos y el comisario jefe de la UDEF, por parte de la policía. Los policías plantearon la necesidad de hacer registros en casa del tesorero de CDC, un imputado del partido en el caso Palau al que a estas alturas (otra casualidad, claro) todavía no se le ha registrado el domicilio. Pero, curiosamente, los fiscales se opusieron a la medida y les ordenaron a los policías que dedicaran su tiempo a otros asuntos menos «conflictivos». Por supuesto, dichos fiscales no son hombres corruptos, sino «catalanes» de profesión, tarea que implica ciertas dosis de cinismo o idiotez. Por lo visto, no todos los policías de la UDEF se quedaron convencidos con las apestosas sugerencias de Barcelona y la investigación continuó, pero sólo en forma de borrador; en Madrid, con una pinza en la nariz, algún policía andaba buscando evidencias que los fiscales y jueces «catalanes» no pudieran ignorar con sus tan peregrinas pedorretas montserratinas. Finalmente, existiendo pruebas más que suficientes para emprender una actuación que afectaría a la cúpula política del nacionalismo catalán, pero detectándose también un patente obstruccionismo en las instituciones que en Cataluña deberían servir a la ley pero parecen servir a otro amo distinto (y un tanto más siniestro), un policía decidió hacer llegar a la prensa el documento que enlazamos a continuación:
http://www.vozbcn.com/extras/pdf/20121123informe2.pdf
Este informe hay que leérselo de cabo a rabo para que la prensa patriótica catalana (=subvencionada) no te confunda.
Por ejemplo, en el caso de Felip Puig, aparece la reproducción de un fragmento de texto en catalán donde se habla de pagos a un tal FP y puede detectarse la siguiente nota: «portar 250 en efectiu a la seva casa en el Golf de Vallromanes» (llevar 250 en efectivo a su casa en el Golf de Vallromanes). Felip Puig es propietario de una casa en dicho lugar. ¿Será una coincidencia? ¿Serán sólo 250 euritos para una de sus famosas lubinas? No se puede pretender engañar a la gente hablando de montajes, cuando esta nota no procede de ningún anónimo o informante, sino del ordenador de la secretaria de Fèlix Millet, la Sra. Barberà.
También sostiene el borrador que algunos archivos de la documentación incautada a Gemma Montull, ex directora financiera del Palau, habían sido suprimidos, pero finalmente pudieron ser recuperados. Entre ellos cuéntase una nota donde puede leerse:»Pendent de pagament el 20% del que ha estat assignat a Palau, a JP fill, treure en efectiu i entregar en ma al lloc habitual, el seu pare ja ha estat informat com sempre» (pendiente de pago el 20% de lo que ha sido asignado en Palau a JP hijo, sacar en efectivo y entregar en mano en el sitio habitual, su padre ya ha sido informado, como siempre). Repitamos que esto no procede de anónimo alguno, y el carácter de borrador del documento policial no afecta a la realidad de los hechos que refleja. Son, por tanto, esos hechos los que permiten orientar la investigación del caso Palau en la dirección de la cúpula política nacionalista de manera totalmente justificada y sin contorsión o forzamiento político alguno.
Después de una exhaustiva argumentación, documentada y acreditada con los correspondientes anexos, donde detállanse los dispositivos de desviación de dinero del Palau a CDC, el informe concluye planteándose la procedencia del dinero de la cuenta del padre de Artur Mas, presidente de la Generalitat y beneficiario de dicha cuenta. Dado que el padre de Mas ha fallecido (y en gloria esté), entendemos que su hijo ha heredado la cuenta, pero Artur Mas no puede dar explicaciones sobre la procedencia del dinero. Protesta Mas que la cuenta la ha heredado su mamá, pero ¿importa mucho eso a los efectos de disponer del dinero? Aquí el informe argumenta la existencia de un enorme patrimonio de la familia Pujol, cuya procedencia también se desconoce, y de cuentas suizas, como aquellas cuya titularidad corresponde a un tal Arturo Fasana, pero «con último beneficiario el propio Pujol, su hijo Jordi y su esposa Marta Ferrusola, cuentas que desde la detención de Blanco Balin y otros relacionados con el procesado Correa, aun se encuentran en fase de estudio». ¿Existe algún motivo para pensar que el autor de esta frase esté inventándose algo con todo lo que ya hemos visto hasta aquí? ¿En quién confían ustedes más, queridos lectores, después de todo lo que sabemos ya, en la honestidad del policía o en la «honestidad» del presidente de la Generalitat? Yo, que he sido funcionario de laGeneralitat, no tengo ninguna duda de cuál es la respuesta a esa pregunta. El informe plantea la posibilidad de que el dinero de la cuenta de Mas proceda precisamente del expolio del Palau y pertenezca en realidad al clan Pujol. El informe no dice que Pujol tenga cuentas en Suiza, sino que los Pujol son beneficiarios de dichas cuentas, como Mas era beneficiario de una cuenta suiza propiedad de su padre. Cuenta paterna cuyos orígenes son tan dudosos que el muy pestilente presidente de la Generalitat no los ha aclarado jamás, a pesar de tener el deber de hacerlo si pretende perpetuarse en su cargo y encima conducir Cataluña a la independencia vunerando la norma fundamental del Estado.
En definitiva, el informe policial no es un «montaje». Montajes son las querellas criminales presentadas como única respuesta a unos interrogantes que requerían, como poco, explicaciones políticas. Quienes deben justificarse no son los policías, sino los personajes públicos de primera magnitud que aparecen implicados en una documentación perfectamente acreditada. En lugar de ello, se dedican a intimidar a todo bicho viviente, a tomar represalias, a intentar destruir personalmente a los funcionarios honestos, aquellosauténticos patriotas que no se dejan comprar. Espectáculo lamentable que nos permite llegar a una conclusión razonable. Votar a Mas en las presentes circunstancias sólo puede tener dos explicaciones, o uno es un cretino incapaz de formarse una opinión sólida sobre nada de nada, o uno es simplemente uno de los sinvergüenzas que, en mayor o menor medida, se benefician de la mafia pujolista.
Que cada cual saque sus propias consecuencias sobre la necesidad de votar y sobre el partido al que debe votar. Yo sólo espero haber clarificado un poco las cosas, de la forma más breve posible, en medio del clima de confusionismo generado por los medios de «comunicación» (= intoxicación) que predominan en Cataluña.
La Marca Hipánica, 23 de noviembre de 2012